Y la Rubia dijo... ¡te extraño!

De un tiempo a esta parte he salido mucho con la Rubia... y es natural... si la vieran sabrían que es una mujer muy bella... si conversaran con ella sabrían, como lo he dicho en más de una oportunidad, que es una persona particularmente lúcida... si la conocieran sabrían que han conocido a una mujer extraordinaria... si compartiesen con ella algunos momentos de su vida pues... se enamorarían de ella.

Creo que en ocasiones es complicada la vida que nos toca vivir y en otras somos nosotros mismos quienes nos la complicamos... lo cual me lleva al punto que quiero contar... los sentimientos que unen a las personas son a veces difíciles de definir... es increible como en ocasiones cuando se junta a dos personas ambas crecen, se fortalecen, construyen y muchas otras cosas más... es como si, instantáneamente, esas dos personas se identificaran y se interrelacionaran de la mejor manera posible...

Con la Rubia, debo confesar, me une una relación de ese tipo... no sabemos muy bien como sucede eso... y nos sorprendemos muchas veces... aún cuando, por las diferencias que existen entre nosotros, discutimos (que no es igual que pelear) y por momentos nos caemos (recíprocamente) muy mal... pero todo eso pasa... y a mi Rubia no le gusta que yo le haga falta... no por el hecho de que echar de menos a una persona sea una sensación no muy grata... sino porque sencillamente ella no quiere extrañar a nadie... sin embargo, hace un par de días... ella volteo tan linda como es... me miro a los ojos... y con toda la sutileza que esa voz (esa preciosa voz) es capaz de generar me dijo: ¡te extraño!

Debo confesar que también yo la extraño... que también me gustaría no tener que echarla de menos... pero sé que pronto la situación cambiará... el destino conjugará a favor de ello... y si el destino no quiere hacerlo... yo me encargaré de que las circunstancias se den de esa manera...